La bioeconomía y sus perspectivas para el sector productivo
En la agenda política, económica y de investigación de muchos países se ha comenzado a incluir la bioeconomía como un elemento central que podría resolver los problemas a los que se enfrenta actualmente la sociedad relacionados con el cambio climático, la seguridad alimentaria, temas de salud, restructuración industrial y seguridad energética entre otros muchos temas relacionados.
Estos elementos implican que el sector productivo debe comenzar a revisar cómo la bioeconomía promueve la transformación en la generación de productos y servicios con menor uso de combustibles fósiles y basados en bio-productos, el uso de energías renovables que disminuyan los efectos futuros del cambio climático y un uso adecuado de los recursos naturales que permita una mayor efectividad y menor daño al medio ambiente. La bioeconomía se puede analizar desde varias perspectivas: la tecnología, los recursos y la ecología.
(Lea: Ecuador le apunta a la ‘bioeconomía’ como alternativa de desarrollo)
La perspectiva tecnológica busca el crecimiento económico y la generación de empleo como elemento prioritario de la política y la sustentabilidad. La creación de valor está dada por la aplicación de la biotecnología y la comercialización de la investigación y la tecnología, donde son fundamentales las compañías basadas en conocimiento e investigación, el crecimiento económico se estimula a partir de las inversiones en investigación e innovación que permiten producir conocimiento científico focalizado en análisis molecular, productos y procesos de producción para la transformación de biomasa en productos comercializables.
(Lea: La bioeconomía, lo nuevo de Fedepalma)
La innovación se analiza como un proceso lineal que comienza con la investigación científica y continúa con el desarrollo de productos, producción y comercialización donde es fundamental una conexión fuerte entre universidad e industria, se buscan alternativas para la escasez de recursos y su optimización generando menos residuos o transformándolos en nuevos productos finales, en esta idea juega un papel fundamental la financiación y gobernanza de la investigación como elemento clave para consolidar la bioeconomía como elemento clave de crecimiento y desarrollo productivo.
A nivel de ubicación geográfica esta perspectiva se limita a ciertas regiones que cuentan con empresas farmacéuticas, de biotecnología y posibilidades de capital de riesgo que implica regiones altamente especializada en investigación de calidad y reconocidos centros mundiales de biotecnología que involucran a economías emergentes para la generación de nuevos productos y servicios.
La perspectiva de los recursos está centrada en el crecimiento económico y la sustentabilidad, donde las innovaciones buscan procesos y productos que generen menos problemas ambientales evitando la deforestación y pérdida de la diversidad biológica. La creación de valor está dada por el procesamiento y la conversión de los recursos biológicos en nuevos productos minimizando la generación de residuos en todos los procesos o que estos puedan ser utilizados para la generación de energía renovable o biocombustibles y maximizar la eficiencia en el uso de la biomasa que dependen de la investigación y la innovación. Esto genera procesos colaborativos entre los diferentes grupos de interés pero en especial la interacción con el cliente. Se enfatiza en la optimización del uso de la tierra, disponibilidad de los recursos biológicos, gestión de residuos, ingeniería y ciencia. Además, busca estimular el desarrollo en zonas rurales donde la disponibilidad de los recursos naturales es fundamental para la aplicación de la bioeconomía, generando diversificación de productos con mayor valor agregado, en este sentido es fundamental contar con conocimientos externos a la región.
La perspectiva de la ecología se fundamenta en la sustentabilidad, la biodiversidad, la conservación de ecosistemas, evitar la degradación del suelo y la comercialización de biorecursos que implica contar con códigos de ética y evitar la inequidad en su acceso. La creación de valor está dada por el desarrollo integrado de sistemas de producción de forma circular y auto-sostenida donde prima la alta calidad de los productos con identidad territorial. Se identifican prácticas favorables para la producción agro-ecológica u orgánica, principios éticos, riesgos controlados, sustentabilidad, transdisciplinaria, interacciones ecológicas, re-uso y recicle de residuos, uso del suelo, procesos circulares y auto-sostenidos y sistemas agrícolas que incrementan la fertilidad, la productividad y resultados de la cosecha. Esta perspectiva fortalece el desarrollo en zonas rurales y periféricas generando desarrollo local integral como estrategia para asegurar la bioeconomía sostenible.
Estas visiones son primordiales para lograr entender la bioeconomía y todas sus potencialidades para los negocios, donde es fundamental contar con una gobernanza e inversiones que permitan el desarrollo de cada uno de los procesos relacionados con la bioeconomía, estos desarrollos para el país asociados con su aparato productivo cuentan con muchas posibilidades de estimular estas prácticas teniendo en cuenta la biodiversidad y la gran cantidad de recursos biológicos que tiene Colombia en todas sus regiones, lo cual daría un potencial integral de desarrollo sustentable de forma equitativa y aprovechando sus características propias, para ello se requieren políticas e inversiones que promuevan la bioeconomía como elemento clave de crecimiento y desarrollo sustentable.
Clara Inés Pardo Martínez,
PhD. Profesora de la Escuela de Administración de la Universidad del Rosario.
Directora Ejecutiva, Observatorio Colombiano de Ciencia y Tecnología (OCyT).
Tomado: https://www.portafolio.co/economia/la-bio-y-sus-perspectivas-para-el-sector-productivo-520857